Esta mañana, Brian Claypool, el abogado que representa a 15 menores, víctimas de abuso sexual en la primaria Miaramonte, dio una conferencia de prensa en la que calificó de “catastrófico” la admisión del distrito de haber destruido reportes de abuso por parte de maestros que datan de 20 años atrás.
Ante ello aseguro solicitará el lunes al Departamento de Justicia de los Estados Unidos que se abra una investigación criminal contra el distrito escolar de Los Ángeles (LAUSD) por la destrucción de los documentos y por su “encubrimiento” en el caso de abuso de docenas de estudiantes en Miramonte, una primaria al Sur de Los Ángeles, con mayoría de alumnos hispanos y de escasos recursos.
“Fue una acción irresponsable del distrito, y en mi opinión criminal”, señaló Claypool, quien sostiene una demanda civil en contra del LAUSD, cuyo caso se irá a juicio a partir del 8 de julio. “La comunidad de Los Ángeles debería estar furiosa ante esto y exigir que pague las consecuencias”.
El portavoz legal del distrito, Sean Rosall dijo que el distrito compartía el rechazo de Claypool ante las acciones de Berndt, pero sostuvo que los “reportes de sospecha de abuso sexual a menores” que tenía “voluntariamente” el LAUSD eran duplicados de los documentos de agencias del orden y que el distrito no tenía “obligación” de conservar.
“El distrito escolar mantuvo esos documentos por error. Cuando este se dio cuenta que eran documentos altamente confidenciales se aseguro de apegarse a las políticas y destruyo los duplicados con la información. El distrito corroboró su acción antes con oficiales del Condado de Los Ángeles”, declaro Rossall, en representación de la oficina legal del LAUSD.
Claypool, destacó que el LAUSD admitió haber destruido los documentos en el año 2008, justo después del que salieran a la luz los múltiples casos de abuso sexual, por parte de sacerdotes pederastas, en la Arquidiócesis de Los Ángeles.
“Una vez que vieron que se dieron cuenta que ellos tenían múltiples reportes de abuso en sus escuelas, decidieron destruir los documentos, cuando tenían una obligación legal de conservar los. Estos actos demuestran que el distrito es un riesgo a la seguridad pública”, asentó el abogado que afirmó haber enviado una carta sobre el caso Miramonte a la Casa Blanca, dirigida al presidente Obama, de la cual recibió respuesta.
También culpó al distrito de bloquear detalles del caso al público al solicitar que no se de acceso a los medios de comunicación en las audiencias en corte y haber pedido al juez encargado del caso, John Shepard Wiley, el no permitir acceso público el archivo de la investigación, de más de 400 páginas, conducida por el Departamento del Sheriff de Los Ángeles.
Esto fue aprobado por el juez a favor del LAUSD, pero eligió partes que si pueden ser reveladas sin afectar la confidencialidad de las víctimas.
Este describe que el maestro Mark Berndt, que en noviembre fue sentenciado a 25 años en prisión por 23 cargos de abuso a menores, hacia a sus alumnos tocarle sus genitales, así como que tocaba los pechos de las niñas y hacia que los niños se tocaran su pene.
Claypool indicó que una maestra atestiguo que ella misma fue víctima de Berndt cuando esta sorprendió una vez al maestro enseñándole sus genitales a sus alumnos, incluso a ella misma, dijo haber sido víctima de la misma situación, por lo que ella puso un reporte en la administración de Miramonte, donde ella también trabajaba, en 1993.
“Aun cuando todo esto era atan evidente, cuando solicitamos al distrito el archivo de trabajo de Berndt, tuvimos que pelearlo. Y cuando lo obtuvimos finalmente en el no había nada, ni un solo reporte en su contra”, compartió el abogado indignado. “Alguien tiene que preguntarle al distrito por que hizo esto. Porque no removió de la escuela a ese maestro desde ese momento, Por que no inicio el proceso para que se le quitara su credencial de maestro”, cuestionó Claypool.
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