El FBI se encuentra investigando amenazas de muerte recibidas por los padres del sargento Bowe Bergdahl, liberado el 31 de mayo tras casi cinco año como prisionero de guerra de los talibanes.
Los padres del soldado, Jani y Bob Bergdahl, no han sido vistos en público desde que aparecieron junto al presidente Barack Obama en el anuncio de la liberación de su hijo, que fue conseguida gracias a la transferencia a Qatar de cinco altos mandos talibanes encarcelados en la prisión de Guantánamo.
El agente del FBI Williams Facer aseguró a la cadena de noticias CNN que en estos momentos están trabajando con las autoridades locales de Idaho -estado en el que reside la familia- para determinar el origen de las amenazas, que se están tomando en serio.
Los comentarios de Bob Bergdahl, quien se dejó un larga barba en solidaridad con su hijo, y se hizo un experto en la naturaleza del conflicto talibán en las fronteras de Afganistán y Pakistán, han creado polémica en los medios de comunicación.
El padre, de religión presbiteriana, llegó a estudiar pastún y en la rueda de prensa en la que se anunció la liberación de su hijo, junto al presidente, agradeció en árabe a "Alá, el misericordioso".
Además, ha circulado por las redes sociales una supuesta actualización de Twitter, publicada cuatro días antes de la liberación y borrado posteriormente de su cuenta, en el que Bob Bergdahl dice a un portavoz los talibán que no descansará hasta que se libere a todos los presos de Guantánamo.
"Dios hará pagar por la muerte de cada niño afgano", continuaba el mensaje.
Esto y el hecho de que el sargento Bowe Bergdahl haya sido acusado por miembros de su pelotón de abandonar voluntariamente su puesto y desertar, ha sido utilizado por algunos en las redes sociales como muestra del desprecio del soldado y su padre por su país y el papel de Estados Unidos en Afganistán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario