Este pasado lunes, la Iglesia mormona excomulgó a la fundadora de un prominente grupo de mujeres, una extraña medida que impone la sanción más severa conocida sobre una feligresa que creó una organización y efectuó manifestaciones para promover la ordenación de mujeres como sacerdotes.
De acuerdo con opiniones hechas por eruditos que estudian el mormonismo, la excomunión de Kate Kelly es una de las más significativas en la reciente historia de la Iglesia, y envía una advertencia a otros que desafían públicamente las prácticas de la Iglesia y forman grupos para impulsar sus causas.
“Es más que excomulgar a Kelly’’, dijo Jan Shipps, un profesor de religión jubilado en Indiana.
“Es una advertencia para todos’’.
Shipps dijo que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está delimitando fronteras, usando a Kelly como ejemplo para mostrar a las personas qué tan lejos puede llegar al poner entredicho las prácticas eclesiásticas. La Iglesia no hizo comentarios el lunes.
Los ex pastores de Kelly en Virginia le notificaron la decisión por correo electrónico después de sostener una audiencia disciplinaria el domingo y de sopesar el asunto durante la noche.
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