Samm Newman, una joven de 19 años de edad, compartía con orgullo fotos donde lucía trajes de baño, como muchas otras usuarias de redes sociales normalmente lo hacen.
Un día descubrió que una de sus fotos había sido eliminada de Instagram, más tarde su cuenta en esa red social había sido desactivada definitivamente.
La joven estadounidense es talla 24, y confiesa que creció acosada por sus compañeros de escuela quienes se burlaban de ella por ser muy obesa.
Felizmente las cosas empezaron a cambiar cuando Samm empezó a estudiar en la Universidad de Ohio- Chillicothe; ahí encontró una comunidad en línea con personas que le ayudaron a lograr mayor confianza y elevar su autoestima.
Se trataba de una comunidad en Instagram que utilizaba los "hashtags" #bodylove y #pizzasister4lyfe.
Para Samm, Instagram era un lugar seguro donde se sentía cómoda compartiendo imágenes de su cuerpo. Advierte que publicar estas fotos la ayudaban a sentirse valorada.
Sin embargo, ahora Samm descubrió que sus fotos y cuenta de Instagram fueron censuradas por no ajustarse a las medidas y cánones de belleza de la mayoría.
Samm denuncia que hay otras usuarias que comparten fotos similares, pero como son delgadas no son víctimas de la censura. Sin embargo a ella le cerraron su cuenta argumentando que había violado las reglas de la comunidad.
Finalmente, Instagram aceptó su error y advirtió que se trató de un error; pidió disculpas a Samm y restauró su cuenta en esa red social de imágenes.
Por su parte, Samm agradece a todos los que la siguen y apoyan en redes sociales, quienes le aplauden que muestre su cuerpo con orgullo.
"Gorda no es una mala palabra", asegura Samm, "¿Qué confianza puedes ganar si te censuran sólo porque la gente no quiere verte?", sólo porque les pareces "muy gorda", reflexionó la joven.
"Voy a hacer una diferencia en el mundo, con o sin el apoyo de Instagram", advierte Samm quien contaba con 500 seguidores antes de que Instagram le cerrara su cuenta y la volviera a abrir.
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