Mientras miles de niños migrantes cruzan ilegalmente la frontera de Estados Unidos, líderes comunitarios desde Dallas hasta Los Ángeles están ofreciendo instalar albergues temporales en bases militares, acondicionar celdas y adaptar almacenes en la frontera.
En el condado de Dallas, el juez Clay Jenkins ofreció tres edificios del condado donde podrían caber hasta 2000 migrantes. Dijo que el ofrecimiento nace de la compasión, no de la política. Las comunidades en otros estados están ofreciendo construir o rehabilitar instalaciones.
"Ellos son como tus hijos y los míos, excepto que están asustados, sucios, cansados y aterrados", dijo Jenkins. "Podemos quitar algo de presión a las fuerzas de la frontera para que dejen de cuidar niños y regresen a la tarea de asegurar la frontera".
La participación marca un fuerte contraste con otros lugares en el país, donde algunos han protestado por tener a los migrantes centroamericanos en sus ciudades.
La Patrulla Fronteriza dice que más de 57,000 niños migrantes que viajaron solos han sido detenidos desde octubre. Tres cuartas partes de ellos proceden de Honduras, Guatemala y El Salvador, y dicen que huyen de la violencia de las pandillas y la pobreza extrema. Llegar al sur de Texas significa que han sobrevivido a un viaje muy arriesgado por México, país sacudido por la guerra del narcotráfico.
El presidente Barack Obama pidió al Congreso recursos de emergencia por 3700 millones de dólares para reforzar la frontera, construir más instalaciones para albergar temporalmente a los menores que vienen sin acompañantes adultos y mejorar la asistencia legal. El secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, ha dicho que el gobierno asegurará el proceso debido pero que no garantizará "una bienvenida a este país con los brazos abiertos".
Mientras tanto, desde California hasta Massachusetts muchas comunidades se ofrecen a construir o rehabilitar instalaciones para albergar a los niños inmigrantes hasta que tengan contacto con familiares, soliciten avisos o entren en hogares adoptivos. El Departamento de Salud y Servicios Humanos es responsable de asegurar una de estas tres vías antes de deportar a cualquier menor de edad.
Manifestantes en Murrieta, California, provocaron titulares a nivel nacional por su enérgica oposición a los niños inmigrantes. Pero simultáneamente otras comunidades californianas han instado a las agencias a construir refugios e iniciar programas para asistir a los niños que vienen sin compañía adulta.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ha colaborado con funcionarios federales y organizaciones sin fines de lucro para tratar de dar refugio y representación legal a los niños. En San Francisco, funcionarios del condado buscan medios de suministrar ayuda médica, mental, escolar y legal una vez que los niños salgan de la detención federal.
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