La comisión planificadora de Escondido, una ciudad al norte del condado de San Diego, California ratificó su rechazo al proyecto de construir un refugio con 96 camas para acoger a niños migrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza, en tanto la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) dijo que estudiaba si presentará una demanda legal.
Unas 200 personas abarrotaron el salón municipal mientras una multitud en la calle aplaudía o abucheaba a los oradores, quienes en su mayoría exhortaban a la comisión a que recapacitara.
"¡Qué vergüenza!", corearon muchos en la multitud después que la comisión votó por unanimidad de sus seis miembros ratificar su decisión del mes pasado.
La propuesta dio lugar a una nueva controversia sobre inmigración en Escondido, una ciudad de 150,000 habitantes remecida desde hace una década por los desacuerdos sobre la manera de tratar a las personas que se encuentran en situación migratoria irregular.
La mayoría de los presentes apoyaron la propuesta, en contraste con la tajante división del mes pasado cuando el desenlace estaba en duda. Los partidarios del refugio portaban pancartas con leyendas como "Las vidas de los migrantes son importantes" y "No temer a los niños".
Los miembros de la comisión escucharon opiniones del público durante casi tres horas, pero no discutieron entre ellos. Todavía se puede apelar al Concejo Municipal, que probablemente se reunirá en agosto.
David Loy, director legal de la ACLU en los condados de San Diego e Imperial, dijo horas antes en conferencia de prensa que Escondido podría estar violando las leyes contra la discriminación. Southwest Key Programs, el grupo sin fines de lucro que administraría el refugio, dijo que recibía asesoría legal de ACLU.
Southwest Key, bajo contrato con el Departamento de Salud federal, opera refugios para niños migrantes en diversos lugares del país.
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