La Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA), encargada de espiar las comunicaciones del planeta, obtuvo en 2010 la autorización judicial para vigilar a 193 países y a instituciones internacionales, según publicó este martes The Washington Post.
El diario estadounidense obtuvo del exconsultor de la NSA Edward Snowden documentos de la justicia que datan de 2010 y que autorizaban a la NSA a interceptar comunicaciones de una lista de países considerados de interés para los servicios secretos nacionales.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, la Unión Europea (UE) y la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) también estaban entre los objetivos.
Sin embargo, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda fueron excluidos de la lista. Estos cuatro países son parte del grupo "Five Eyes", con el que Estados Unidos tiene relaciones de cooperación muy próximas en materia de inteligencia.
La autorización judicial, acordada por el tribunal secreto dedicado a las escuchas, el Foreing Intelligence Surveillance (Fisc), y válida por un año, no significa que la NSA efectivamente espiara a los gobiernos y organismos, sino que tenía el poder legal para hacerlo.
Los documentos también demuestran que la NSA tenía permitido interceptar toda comunicación en relación con esos objetivos. Esto inquieta a los defensores de las libertades individuales en Estados Unidos, ya que podría incluir correos electrónicos de ciudadnos estadounidenses que mencionen un blanco extranjero. Sin embargo, la ley estadounidense protege más intensamente a la vida privada de los estadounidenses que la de ciudadanos de otros países.
La NSA ha subrayado a menudo que su papel era precisamente interceptar las comunicaciones en el extranjero y que solo se interesaba en blancos que corresponden a un objetivo preciso de inteligencia, según los objetivos fijados por el Ejecutivo. Obama declaró numerosas veces, tras las revelaciones de Edward Snowden hace un año, que Estados Unidos no se interesaba por los ciudadanos comunes.
Estas actividades de espionaje están autorizadas por una ley votada en 2008 para regular las interceptaciones de comunicaciones electrónicas y telefónicas que la NSA considere convenientes acerca de extranjeros en otros países. El programa Prism de interceptación de las comunicaciones en numerosas webs estadounidenses (Facebook, Hotmail, Skype, Apple...) opera bajo estos preceptos.
El pasado viernes, la NSA publicó su primer informe de transparencia, que indica el volumen de intercepciones de la agencia en 2013. Ese año apuntó a cerca de 90,000 objetivos, cada uno de ellos correspondiente a un individuo, grupo u organización.
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