Luego de que la Arquidiócesis de San Luis Potosí presentara una denuncia penal ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) en contra del sacerdote Eduardo Córdova Bautista, la Policía Internacional (Interpol) inició la búsqueda del ex religioso en 180 países de los cinco continentes.
La Interpol ya ha activado una alerta roja para su búsqueda. Sin embargo la Secretaría de Relaciones Exteriores de México indicó que no se tiene evidencias de que el agresor sexual haya utilizado medios legales para salir del territorio nacional.
El delito del que se le acusa es abuso sexual, con dos denuncias presentadas en su contra, una de ellas con 19 presuntas víctimas acumuladas.
El pasado mes de julio, el procurador General de Justicia estatal, Miguel Ángel García Covarrubias, confirmó la existencia del mandamiento judicial, y agregó que solicitará a todas las procuradurías de justicia del país su ayuda, para la localización y captura del sacerdote, ex representante legal de la arquidiócesis de San Luis Potosí.
Agrupaciones de defensa a víctimas de pederastía acusan a Córdoba de haber abusado sexualmente de al menos 100 menores en 30 años. En mayo pasado la Santa Sede lo suspendió de su ministerio sacerdotal como consecuencia de un proceso canónico.
De acuerdo a los informes judiciales, el excura pederasta Eduardo Córdova habría actuado así durante tres décadas sin que nadie lo detuviera.
Fueron muchas las cartas que las familias de las víctimas enviaron al organismo religioso hablando de este "hombre exageradamente inteligente, fríamente calculador y que hizo lo que quiso en la casa de Dios", señala una de las misivas.
"Los encerraba en su oficina con el pretexto de confesarlos, les empezaba a hablar de la masturbación y les decía que los tenía que tocar para ver si no se masturbaban", apunta una de las cartas que lo acusan, la mayoría escritas por madres o hermanas de las víctimas y dirigidas a una Arquidiócesis que hasta hace poco hizo oídos sordos.
De acuerdo a el activista Martín Faz, desde 1998 se levantaron procesos internos en la Iglesia contra Córdova, aunque hay víctimas que están denunciando que ya en los años 80, cuando aún no era sacerdote, también intentó abusar de ellos como profesor de un colegio.
Su modus operandi, explicó Faz, estaba orientado a jóvenes entre 14 y 17 años, a quienes "les demostraba su poder de una manera previa al abuso" para que por miedo no avisaran a sus familias.
Las denuncias que empezaron a llegar a la Arquidiócesis fueron acalladas y la gente, al darse cuenta de la enorme impunidad y al no encontrar un ambiente propicio para denunciar, se regresó a sus casas y se quedó ahí", apuntó el activista, quien explicó que muchos abusos han prescrito, aunque no los ahora denunciados.
A Córdova se le había abierto otro proceso en 2004, pero tras cuatro años de investigaciones la Iglesia no encontró ninguna responsabilidad, lo que permitió continuar impunemente con sus abusos.
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