Este pasado miécoles, el gobierno de California mostró su desacuerdo a la iniciativa presentada esta semana por un empresario de la zona de Silicon Valley para dividir el estado en seis partes. El inversor Tim Draper presentó el martes 1.3 millones de firmas de apoyo a su propuesta "Six Californias" (Seis Californias), según la cual "la estructura actual no funciona".
Las firmas recogidas superan el mínimo de un millón para que la iniciativa pueda llegar a ser votada en referéndum durante los comicios de noviembre de 2016, coincidiendo con la elección del nuevo presidente del país. La oficina del gobernador Jerry Brown rechazó el miércoles esta idea al señalar que una eventual división provocaría "difíciles desafíos a nivel práctico", de acuerdo con su portavoz Evan Westrup.
"Cuando gran parte de la población siente que no está siendo representada y cuando el gobierno fracasa a la hora de ofrecer servicios que prometió a sus ciudadanos, perdemos nuestra democracia", defendió Draper en su manifiesto.
El empresario dijo que su movimiento está preparado para crear "seis estados con mayor capacidad de respuesta, con gobiernos más representativos y más modernos", para mejorar la educación, la economía, las infraestructuras, las oportunidades de inversión y el sistema carcelario de esta región de Estados Unidos.
De acuerdo con la propuesta, la división de la actual California permitiría el nacimiento de los estados de Jefferson -que ya tiene su propio movimiento separatista cerca de la frontera con Oregón-, California del Norte, Silicon Valley, California Central, Oeste de California y California del Sur.
San Francisco pertenecería a California del Norte, Los Ángeles al Oeste de California y San Diego a California del Sur. De ser aprobada por la mayoría de los 38 millones de californianos, la iniciativa debería ser ratificada luego por los congresistas de California y de Washington para convertirse en realidad.
La revista estadounidense The Economist dijo que la idea del empresario es buena, aunque no tenga ninguna posibilidad de triunfar. "Draper no es ningún loco, pero sus motivos para llevar a cabo este sueño quijotesco no son claros. A pesar de ello, hace una buena pregunta", señaló el semanario.
La propuesta fue entregada el martes a la Secretaria de Estado de California, la demócrata Debra Bowen, para que proceda a confirmar su validez. "California necesita reinventarse. Con seis Californias podremos dar aire fresco a nuestro Gobierno", aseguró Draper, quien ya se ha gastado cinco millones de dólares en el proceso de recogida de firmas.
A su juicio, los nuevos seis estados romperían con las actuales dificultades burocráticas que las empresas y la ciudadanía encuentran en Sacramento a la hora de emprender y tomar iniciativas, lo que, entre otras cosas, fomentaría la creación de nuevos negocios.
Las "nuevas californias" propuestas en la iniciativa son California Sur, que englobaría las ciudades de San Bernardino y San Diego, así como sus áreas de influencia; California Oeste, que giraría en torno a Santa Bárbara y Los Ángeles; y California Central, que incluiría las regiones más agrícolas del interior del estado, así como las ciudades de Fresno y Tulare.
Ya en el Norte del estado, el plan propone otras tres nuevas entidades: Silicon Valley, con los epicentros en San Francisco y San José; California Norte, que englobaría los condados vinícolas de Sonoma y Napa, así como la región de Sierra Nevada; y Jefferson, la zona más septentrional del estado, en la que se encuentran los condados de Mendocino y Humboldt.
En la nueva propuesta, la tecnológica región de Silicon Valley sería, con diferencia, el estado más rico, mientras que California Central, mayoritariamente agrícola, sería el más pobre.
California es actualmente el estado más poblado de Estados Unidos con 38 millones de habitantes, lo que le sitúa a la par de países como Polonia o Argelia; el tercero más grande en extensión -sólo por detrás de Alaska y Texas-; y el primero en volumen del Producto Interno Bruto, con un PIB superior al de países como Rusia, Italia o España.
Aún suponiendo que la propuesta obtuviese en las urnas el respaldo de los votantes, ésta requeriría la aprobación del Congreso para pasar a ser efectiva, algo que por lo menos en la situación actual parece altamente improbable, ya que tanto demócratas como republicanos se oponen a ello.
"Esto es una pérdida de tiempo, energía y dinero colosal que dañará la marca California y la capacidad del estado para atraer negocios y empleos", dijo el estratega del Partido Demócrata en California Steve Maviglio, quien lamentó que Draper esté "gastando millones en su esfuerzo por dividir el estado en lugar de usarlos para ayudar a superar los retos" que California afronta.
Entre otras medidas, la propuesta contempla que cada uno de los nuevos estados tuviese su propio Gobierno y Congreso. El pasado mes de febrero, una encuesta del grupo Field preguntó a los californianos por esta posibilidad -de la que entonces ya se empezaba a hablar- y el 59 por ciento de los encuestados se mostraron contrarios a dividir California en seis nuevos pequeños estados.
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