De acuerdo a un estudio publicado por la Universidad de Siracusa, a partir de cifras recopiladas por la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración del Departamento de Justicia (EOIR), la mayoría de los menores inmigrantes indocumentados comparece ante un tribunal, y cinco de cada diez no son deportados cuando los representa un abogado.
El informe, que analiza datos de niños que atraviesan solos la frontera sur del país desde 2005 hasta junio de 2014, revela que el 90 por ciento de los menores con representación legal comparece ante un tribunal, de los cuales el 47 por ciento termina quedándose en Estados Unidos.
Por el contrario, nueve de cada diez niños que no cuentan con un abogado son deportados, según el estudio, publicado por el centro de análisis Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Siracusa.
El estudio, realizado a partir de datos oficiales obtenidos a través de la ley sobre Libertad de Información, analiza 101,850 casos de "menores no deportados inmediatamente" por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), según dictamina la ley de 2008.
La citada ley de 2008, aprobada bajo el mandato del presidente republicano George W. Bush, prohíbe la deportación automática de los menores indocumentados procedentes de países no fronterizos, como es el caso de los niños centroamericanos, y obliga a que sus casos sean escuchados individualmente por un juez de migración.
Muy pocos de los niños que comparecen ante un tribunal cuentan con los medios suficientes para pagar a un abogado.
Ante la ausencia de una ley que obligue a la administración federal a facilitar una representación legal, a pesar de tratarse de menores, varias organizaciones ofrecen asistencia 'pro bono'; sin embargo, en la mayoría de los casos resulta insuficiente.
Además de las barreras legales que los niños enfrentan cuando no cuentan con representación, según el TRAC, "el idioma es un obstáculo considerable", en la mayoría de los casos, tomando en cuenta que la mayor parte de los niños que llegan no hablan inglés.
El 48 por ciento de los menores que comparecen solos ante un juez de inmigración tiene más posibilidades de ser deportados, aunque esta cifra puede variar entre los estados del país, según una herramienta informática que acompaña la publicación del informe.
Esta nueva aplicación que puede ser visualizada en la página de internet del TRAC, permite discriminar los datos de los inmigrantes por el estatus de cada proceso de acuerdo con la nacionalidad de los menores, el tribunal de inmigración, y la localidad correspondiente.
Por ejemplo, de los 26,540 menores que se presentaron en Texas ante un tribunal, más de 16,000 no tuvo representación legal; por el contrario, de los 9,713 casos de casos registrados en el estado de Nueva York, más de la mitad, un 5,669 de menores, tuvo la asistencia de un abogado.
En los últimos 21 meses, la tendencia de los tribunales a fallar a favor de que los niños se queden en el país ha aumentado, incluso entre aquellos que no cuentan con representación legal, en un 25 por ciento, frente al 10 por ciento en 2005, señala el TRAC.
Los jueces, en la mayoría de los casos, se niegan a deportar a los menores de 18 años, cuando cuentan con los antecedentes legales para ello, como es el caso de los niños víctimas del abandono, la negligencia, o el abuso, concediéndoles un estatus especial de inmigrante juvenil (SIJS).
Asimismo, el informe señala que el porcentaje de los juicios pendientes de menores en situación ilegal ante los tribunales de inmigración representa una pequeña parte, un 11 por ciento, con 41,641 casos, frente al total de pendientes, 375,503 registrados en el año fiscal 2014.
En los últimos diez meses, según datos oficiales, el número de menores que llegan solos a Estados Unidos ha superado los 57,000, la mayoría procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador, y esta cifra podría alcanzar los 100,000 menores a fines de año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario