Justin Bieber pasará los próximos 24 meses bajo la estricta vigilancia de la policía de Los Ángeles como condena por los "múltiples daños" que ocasionó a la vivienda de uno de sus vecinos en un ataque con huevos podridos que se produjo hace pocos meses en Calabasas, California, un castigo que se unirá a una multa de más de $80,000 que servirán a la víctima para hacer las necesarias reparaciones de su maltrecho hogar.
Según lo publicado en la edición digital del canal CNN, los representantes legales del ídolo juvenil llegaron este miércoles a un acuerdo con la fiscalía de Los Ángeles para evitar que el artista ingresara en prisión por los "actos vandálicos" que había llevado a cabo junto a unos amigos tras una fiesta en su mansión californiana, unas negociaciones que también han dado como resultado cinco días de servicio comunitario -que obligarán al intérprete a limpiar las calles y a borrar graffitis- y la posibilidad de que Bieber tenga que acudir a varias clases para aprender a controlar su ira.
"Justin se encuentra muy satisfecho y tranquilo por las decisiones que se han tomado hoy, ya que al menos puede decir que ha cerrado para siempre uno de los capítulos más difíciles de su vida. Como siempre ha hecho, Justin se concentrará a partir de ahora en su música y en su carrera, dejando estos asuntos en un segundo plano", reza el comunicado emitido por un representante de la estrella del pop.
Para enterrar definitivamente las disputas que ha mantenido en los últimos años con buena parte del vecindario, Justin Bieber decidió recientemente poner a la venta la mansión de la discordia que, además de erigirse como su residencia principal, se convertía con frecuencia en el foco de grandes aglomeraciones y altercados que terminó con la paciencia del resto de los residentes, quienes por su parte han solicitado una orden de alejamiento para que el canadiense no pueda volver a poner un pie en la zona.
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