Preocupado por el bienestar y el hambre de los pasajeros, un piloto hizo lo inesperado: compró decenas de pizzas para repartir entre los 160 viajeros de un avión que se había demorado en una pista del oeste del país a causa del mal tiempo.
"Eran cerca de las 22:30 horas", dijo Andy Ritchie, dueño de una sucursal de Domino's pizza en Cheyenne, Wyoming. A esa hora fue cuando el piloto del vuelo de Frontier Airlines llamó para hacer un especial y rápido pedido.
El piloto pretendía alimentar a todos los pasajeros y a la tripulación y por eso ordenó 35 pizzas.
No podían negarse ante tan inesperado pedido y por eso Ritchie y sus dos empleados se pusieron manos a la obra.
Una vez que estuvieron listas las pizzas, las llevaron al aeropuerto. El repartidor fue escoltado hasta el avión, en donde el personal de abordo recibió la comida.
Según medios estadounidenses, el avión había despegado de Washington y viajaba a Denver, Colorado pero tuvo que aterrizar en Cheyenne a la espera de que mejoraran las condiciones metereológicas en su destino.
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