El Gobernador de Texas, Rick Perry, no ha tenido que presentarse ante la corte, ya que no se ha presentado una orde de aresto en su contra a causa de las dos acusaciones que enfrenta por abuso de poder; no obstante, se presentó su equipo de defensores, que consta de cuatro abogados.
Los litigantes reafirmaron la postura que ya había manifestado el gobernador: que la decisión de veto que tomó no sobrepasaba su poder ni quedaba fuera o por encima de la ley.
Sin embargo, el gobernador tendrá una cita para presentarse ante la corte este 29 de agosto.
El domingo, Perry defendió el veto por el que un jurado investigador lo acusó de dos cargos de delitos graves de abuso del poder y subrayó que incluso algunos demócratas han puesto en duda el proceder de los fiscales.
"Yo hice valer el estado de derecho en Texas, y si tengo que hacerlo nuevamente tomaría exactamente la misma decisión", declaró Perry, posible aspirante a la candidatura presidencial republicana en 2016.
Perry, el gobernador que más tiempo ha estado en el cargo en la historia del Texas, dejó claro que tiene previsto completar su tercer y último período que termina en enero.
En una entrevista con el programa Fox News Sunday, el gobernador destacó que David Axelrod, exasesor del presidente Barack Obama, dijo la acusación en su contra era "sospechosa", mientras que Alan Dershowitz, profesor de Derecho de la Universidad de Harvard, ha cuestionado el encausamiento.
"En todas partes hay gente que opina que esto se sale de la norma. Así no es como solucionamos las diferencias políticas en este país", declaró Perry.
"No se hace con encausamientos. Nosotros solucionamos las diferencias políticas en las urnas", agregó.
Un jurado investigador del Condado Travis acusó el viernes a Perry de amenazar con vetar fondos estatales para la fiscal de distrito, una demócrata elegida que se negó a dimitir después de que la arrestaran por conducir en estado de ebriedad. Ese veto de 2013 llevó a una investigación penal.
Perry dijo que ha perdido confianza en la fiscal y ha dejado claras sus intenciones sobre el veto.
El gobernador dijo el domingo que el encausamiento refleja un problema mayor de entidades del gobierno que no respetan el estado de derecho y señaló al escándalo del Servicio de Rentas Internas en Washington y las preocupaciones derivadas del espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad.
Numerosos republicanos han salido en defensa de Perry, quien ha recibido palabras de apoyo del gobernador de Luisiana, Bobby Jindal; el senador texano Ted Cruz y el ex gobernador de Florida Jeb Bush.
"Es la criminalización de la función legislativa y cuando esto ocurre se debilita la democracia. Es un ataque político y un pésimo precedente", dijo el representante Michael Turner, republicano por Ohio, en el programa Meet the Press de la cadena NBC.
Perry es el primer gobernador de Texas encausado desde 1917. Los cargos fueron presentados en momentos que trata de presentarse, tanto ante los líderes republicanos como la base del partido, como alguien capaz de recuperar la Casa Blanca.
En 2012 varios tropiezos durante su campaña por la candidatura presidencial llevaron a su salida anticipada de la contienda interna.
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