De acuerdo a una autopsia privada cuyos resultados fueron publicados por el diario The New York Times, Michael Brown, el joven afroamericano que el sábado de la semana pasada murió durante una confusa detención policíaca, recibió seis disparos, dos de ellos en la cabeza.
La autopsia, revelada este domingo por la noche, determinó que dos de los disparos hechos por la policía entraron por la parte superior del cráneo, lo que sugiere que la cabeza se inclinó hacia adelante cuando la bala lo impactó causándole una herida fatal, explicó el doctor Michael M. Baden, ex jefe de medicina forense de Nueva York.
Baden, quien viajó a Missouri el domingo a petición de la familia de Brown para realizar la autopsia independiente, agregó que una de las balas en la cabeza probablemente fue el último tiro en impactarlo.
El resultado de la autopsia independiente señala además que Brown recibió cuatro impactos en el brazo derecho y que todos los disparos fueron lanzados de frente por el oficial Darren Wilson, a quien las autoridades identificaron el viernes como el responsable de tirar contra el joven afroamericano.
La negativa por parte de la policía local de revelar el nombre de Wilson había desatado violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que tomaron las calles de Ferguson desde el pasado domingo 10 de agosto, un día después de la muerte del joven. Wilson lleva seis años en el departamento de policía.
El informe independiente agrega que las balas fueron disparadas desde una distancia poco cercana, toda vez que en el cuerpo de Brown no se hallaron restos de pólvora; sin embargo, esta conclusión puede aún cambiar porque Baden no tuvo acceso a la ropa que usaba el joven el día de su muerte.
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