Más de 35 años después del infame suicidio-homicidio de cerca de 900 personas —muchas de ellas obligadas a beber un jugo de uva con cianuro— en Jonestown, Guyana, los restos cremados de nueve de las víctimas fueron hallados en una decrépita ex casa funeraria en Delaware, informaron el jueves las autoridades.
El descubrimiento hizo evocar recuerdos de una tragedia en la que murieron cientos de niños y un congresista de Estados Unidos, y que horrorizó a los estadounidenses.
Los restos estaban marcados claramente, con los nombres de los fallecidos y el lugar de su muerte incluidos en certificados de defunción que los acompañaban, señalaron funcionarios.
Kimberly Chandler, portavoz de la División de Ciencia Forense en Delaware, declinó darle a The Associated Press los nombres de las nueve personas y subrayó que las autoridades trabajan para notificar a los parientes.
Indicó que la agencia halló los restos el 30 de julio en una visita efectuada luego de una llamada telefónica del actual dueño de la propiedad, un banco, de acuerdo con la policía de Dover y registros públicos. Las autoridades hallaron 38 contenedores de restos, 33 de los cuales estaban marcados e identificados.
Chandler dijo que los contenedores abarcan un período que se extiende desde aproximadamente 1970 a la década de 1990 e incluyen los restos de Jonestown, fundado por Jim Jones, líder de la secta Templo del Pueblo.
"Es simplemente un caso de cenizas no reclamadas en una casa funeraria cerrada", dijo Chandler, al tiempo que agregó que no hay razón para creer que los cinco contenedores no marcados contengan restos de más víctimas de Jonestown.
Jones operaba el Templo del Pueblo en San Francisco a principios de la década de 1970. Fundó una clínica de salud gratuita y un programa para rehabilitación por el consumo de drogas, con lo cual surgió como una fuerza política. Pero las acusaciones de actos indebidos aumentaban, por lo que trasladó su secta a Guyana, el único país angloparlante de Sudamérica. Cientos de sus seguidores se mudaron con él.
El 18 de noviembre de 1978, en una pista de aterrizaje remota, hombres armados del grupo emboscaron y mataron al representante estadounidense Leo Ryan de California, a tres periodistas y a un desertor del grupo. Todos estaban de visita en Jonestown para investigar los reportes de que se cometían abusos contra los miembros de la secta.
Entonces Jones orquestó un ritual de homicidios y suicidios masivos en la cercana comuna agrícola del Templo, ordenándole a sus seguidores que bebieran un jugo de uva al que se le había agregado cianuro. La mayoría obedeció, aunque los sobrevivientes describieron que algunas personas fueron baleadas, se les inyectó veneno o se les obligó a beber el letal brebaje cuando intentaron oponerse.
Después de las muertes, los cadáveres de 911 personas fueron trasladados a la Base Dover de la Fuerza Aérea. Muchos de los cuerpos estaban en estado de descomposición y no pudieron ser identificados. Varios cementerios se negaron a aceptarlos hasta que el Cementerio Evergreen en Oakland, California, recibió a 409 en 1979.
Las víctimas restantes fueron cremadas o enterradas en lotes familiares en cementerios.
Edwar G. Minus, el propietario anterior de la casa funeraria de Dover donde se hallaron las cenizas de los cuerpos de Jonestown, murió en mayo de 2012 a los 74 años, de acuerdo con un obituario. Entonces el banco asumió la propiedad del inmueble. Este es propiedad de Sunningdale Ventures Inc., subsidiaria del Eastern Savings Bank en Hunt Valley, Maryland.
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