El gerente de una planta procesadora de maní del estado de Georgia declaró el viernes que sabía que su compañía estaba enviando pruebas de laboratorio falsas a sus clientes antes de un brote nacional de salmonela en el que murieron nueve personas y más de 700 se enfermaron hace cinco años.
Sammy Lightsey testificó durante el juicio a su exjefe Stewart Parnell, dueño de Peanut Company of America. Parnell y otras dos personas están acusadas de distribuir alimentos contaminados a sabiendas y de encubrir las pruebas de laboratorio que mostraban la presencia de salmonela.
Lightsey fue gerente de la planta en Blakely, Georgia, desde julio de 2008 hasta que el brote provocó su cierre y bancarrota. En mayo se declaró culpable de siete cargos federales después de aceptar ser testigo de la fiscalía.
El viernes dijo al jurado que la planta distribuyó pasta de maní contaminada con documentos que mostraban pruebas limpias de otros lotes.
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