El del ébola ya ha matado a casi 1,000 personas en África y se calcula que podría haber miles de personas infectadas. Los focos más peligrosos se encuentran en Liberia, Sierra Leona y Nigeria, dónde más enfermos y riesgos de contagio hay.
Entre los afectados se encuentra el religioso español Miguel Pajares, que desde ayer se encuentra en el Hospital Carlos III de Madrid tras ser repatriado junto a la monja Juliana Bohi, que no ha dado positivo en ébola. Pajares se encuentra en cuidados intesivos y "estable" ya que la enfermedad aún no se ha desarrollado.
Tras la reunión de emergencia en Ginebra de los expertos sanitarios de todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decretado que la epidemia del ébola supone una "urgencia de salud pública de interés internacional" para el resto de países del mundo. Su rápida propagación y el alto riesgo de contagio han hecho que en los países con mayor riesgo se decrete la "emergencia nacional".
El Gobierno de Liberia decretó ayer el estado de emergencia tras detectar miles de casos mortales y de afectados por la enfermedad.
La Unión Europea y España han tranquilizado a la población declarando que no hay riesgo de contagio por la repatriación del sacedorte toledano.
El miedo en los países africanos afectados por el ébola es creciente y los hospitales están saurados. Además, los médicos no tienen los medios necesarios para tratar con los pacientes de forma segura. El director del hospital en el que se encontraba el religioso Pajares falleció a causa del virus.
La incidencia mortal del ébola es muy alta, entre un 50 y 90 por ciento de posibilidades de no sobrevivir. No tiene cura, tan sólo se puede aplicar un suero experimental, sñolo probado en ratas, por el que los médicos estadounidenses infectados están mejorando favorablemente.
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