El gobernador de Texas Rick Perry, quien ha sido acusado de abuso de poder, considera que los contribuyentes hubieran podido elegir a su equipo legal, pero optó por utilizar fondos de campaña para "evitar que haya personas que renieguen por eso".
El posible candidato presidencial republicano para 2016 dijo el martes a los reporteros en Midland, Texas, que consideraba inapropiado que el estado pagara por su defensa legal porque hay una investigación penal que está cuestionando sus atribuciones oficiales como gobernador.
Perry ya se declaró inocente de dos acusaciones de abuso de poder. Al menos 800,000 dólares del dinero de los contribuyentes se han gastado en su defensa hasta ahora.
Siguiendo con las preguntas sobre quién pagará por un nuevo equipo de poderosos abogados, Perry anunció la semana pasada que el dinero de la campaña comenzará a pagar las cuentas.
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