La familia de un mexicano muerto a balazos por agentes de la Patrulla Fronteriza, que le dispararon a través de la frontera hace dos años, interpuso hoy una demanda por violación de sus derechos civiles.
La demanda que fue interpuesta este miércoles se refiere a la muerte de Guillermo Arévalo Pedraza, de 37 años, quien recibió un disparo el 3 de septiembre de 2012, cuando convivía en un parque con su familia en el lado mexicano del río Bravo, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Los familiares argumentaron que en este caso, la corporación reconoció y sancionó el uso excesivo de la fuerza letal.
La demanda, interpuesta en una corte federal estadunidense en Laredo, Texas, es la última de una serie de querellas según las cuales, los derechos civiles constitucionales contra la fuerza excesiva también son aplicables a quienes no son ciudadanos de este país.
En junio pasado, una corte federal de apelaciones dictaminó que la Patrulla Fronteriza puede ser demandada por disparar a través de la frontera y matar a un adolescente mexicano de 15 años de edad, en respuesta al supuesto lanzamiento de piedras en El Paso, Texas.
La muerte de Arévalo se produjo luego de que agentes de la Patrulla Fronteriza, a bordo de una lancha de vigilancia, trataron de detener en el río Bravo a un hombre que intentaba regresar a nado al lado mexicano, al parecer para evitar el arresto.
Al ver la persecución, la gente ubicada en un parque en el lado mexicano gritó a los agentes fronterizos que dejaran al nadador.
Los agentes dispararon hacia la orilla e hirieron a Arévalo Pedraza, que estaba con su esposa, Nora Isabel Lam Gallegos, y sus dos hijas.
Después del tiroteo, la Patrulla Fronteriza informo que la gente en la orilla estaba tirando piedras a la embarcación.
La demanda contiene testimonios de testigos del incidente que negaron que se hubieran arrojado piedras, lo cual tampoco hubiera justificado los disparos.
"Es evidente que no estaban en peligro, ni siquiera un indicio de peligro", dijo Robert Hilliard, abogado de Corpus Christi, Texas, que presentó la demanda a nombre de la familia de la víctima.
"Ellos podrían fácilmente haber movido la lancha 40 metros aguas arriba", indicó.
A pesar de que el incidente se registró hace casi dos años, las autoridades estadounidenses no han identificado a los agentes involucrados o dado a conocer otros detalles, al sostener que el caso está bajo una investigación de un gran jurado.
Sin embargo, la demanda sostiene que los disparos mortales fueron hechos por el agente Christopher W. Boatwright, y cuestiona la política de la Patrulla Fronteriza de autorizar a los agentes a disparar contra quienes lanzan piedras.
Esto se aplica "sin importar si el supuesto lanzamiento de piedras plantea un riesgo inminente de muerte o lesiones graves", alega.
A principios de este año, la corporación anunció nuevas directrices de uso de la fuerza que dicen los agentes deben tratar de buscar refugio o retirarse cuando se enfrentan a ataques de piedras.
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