Un experto nuclear federal exhortó a los reguladores a que cierren la última usina nuclear en funcionamiento en California hasta determinar si los reactores gemelos de la planta podrían soportar un temblor de cualquiera de las fallas geológicas cercanas.
Michael Peck, quien durante cinco años fue el inspector de la usina de Diablo Canyon, dijo en un informe confidencial que la Comisión Reguladora Nuclear (NRC por sus siglas en inglés) no está aplicando las normas de seguridad que elaboró para la planta.
El documento de 42 páginas, obtenido y verificado por la Associated Press, no dice que la planta es insegura. Pero de acuerdo con el análisis de Peck, nadie sabe si el equipo crucial de la instalación es capaz de soportar temblores fuertes de fallas cuyo potencial fue determinado décadas después de la construcción de la usina.
Mantener los reactores en funcionamiento "es contrario a la presunción de seguridad nuclear", escribió Peck.
El documento fechado en julio de 2013 es parte de un proceso de revisión en el cual los empleados pueden apelar la decisión de un supervisor. Habitualmente toma de 60 a 120 días, pero se lo puede extender. Pero la NRC todavía no ha fallado. La vocera Lara Uselding dijo en un correo electrónico que la agencia no haría declaraciones sobre el caso.
La NRC, entidad supervisora de la industria nuclear comercial del país, y Pacific Gas and Electric Co., propietaria de Diablo Canyon, dijeron que los reactores construidos hace casi 30 años, que suministra suficiente electricidad para 3 millones de personas, son seguros y la compañía cumple con las condiciones de su licencia, incluidas las normas de seguridad para el caso de terremotos.
El vocero de PG&E, Blair Jones, dijo que la NRC ha analizado exhaustivamente las amenazas de terremotos para Diablo Canyon hasta demostrar que es "sísmicamente segura". Jones dijo en un correo electrónico que el problema de fondo con respecto a los movimientos telúricos fue resuelto a fines de los 70 con un reequipamiento antisísmico de la planta.
La preparación de las plantas nucleares del mundo para soportar desastres cobró relieve en 2011, cuando la usina costera japonesa Fukushima Dai-ichi sufrió varias pérdidas de material radiactivo cuando un terremoto seguido de tsunami destrozó sus sistemas de energía y enfriamiento. La NRC ordenó luego a las plantas estadounidenses que evaluaran los riesgos sísmicos. Esos estudios deben ser entregados para marzo de 2015.
El domingo pasado, un terremoto de magnitud 6 remeció la zona vinícola del norte de California, donde decenas de personas resultaron heridas y miles sufrieron cortes de luz.
Michael Peck, quien durante cinco años fue el inspector de la usina de Diablo Canyon, dijo en un informe confidencial que la Comisión Reguladora Nuclear (NRC por sus siglas en inglés) no está aplicando las normas de seguridad que elaboró para la planta.
El documento de 42 páginas, obtenido y verificado por la Associated Press, no dice que la planta es insegura. Pero de acuerdo con el análisis de Peck, nadie sabe si el equipo crucial de la instalación es capaz de soportar temblores fuertes de fallas cuyo potencial fue determinado décadas después de la construcción de la usina.
Mantener los reactores en funcionamiento "es contrario a la presunción de seguridad nuclear", escribió Peck.
El documento fechado en julio de 2013 es parte de un proceso de revisión en el cual los empleados pueden apelar la decisión de un supervisor. Habitualmente toma de 60 a 120 días, pero se lo puede extender. Pero la NRC todavía no ha fallado. La vocera Lara Uselding dijo en un correo electrónico que la agencia no haría declaraciones sobre el caso.
La NRC, entidad supervisora de la industria nuclear comercial del país, y Pacific Gas and Electric Co., propietaria de Diablo Canyon, dijeron que los reactores construidos hace casi 30 años, que suministra suficiente electricidad para 3 millones de personas, son seguros y la compañía cumple con las condiciones de su licencia, incluidas las normas de seguridad para el caso de terremotos.
El vocero de PG&E, Blair Jones, dijo que la NRC ha analizado exhaustivamente las amenazas de terremotos para Diablo Canyon hasta demostrar que es "sísmicamente segura". Jones dijo en un correo electrónico que el problema de fondo con respecto a los movimientos telúricos fue resuelto a fines de los 70 con un reequipamiento antisísmico de la planta.
La preparación de las plantas nucleares del mundo para soportar desastres cobró relieve en 2011, cuando la usina costera japonesa Fukushima Dai-ichi sufrió varias pérdidas de material radiactivo cuando un terremoto seguido de tsunami destrozó sus sistemas de energía y enfriamiento. La NRC ordenó luego a las plantas estadounidenses que evaluaran los riesgos sísmicos. Esos estudios deben ser entregados para marzo de 2015.
El domingo pasado, un terremoto de magnitud 6 remeció la zona vinícola del norte de California, donde decenas de personas resultaron heridas y miles sufrieron cortes de luz.
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