El FBI se hizo cargo hoy de las investigaciones sobre la muerte en la localidad de Ferguson, Missouri de un joven negro baleado por la Policía, un incidente que generó protestas y saqueos y ha dejado al menos 32 personas detenidas.
Cientos de personas seguían protestando pacíficamente hoy, custodiados de cerca por la Policía, en esa localidad situada 20 kilómetros al noroeste de San Luis, por la muerte de Michael Brown, de 18 años, a quien un agente policial disparó varias veces el sábado.
Los manifestantes, que coreaban "Sin justicia no habrá paz" y "Alto a los policías asesinos", exigían que se divulgue el nombre del agente policial involucrado en el incidente y que, según el jefe de la Policía de Ferguson, Tom Jackson, goza de un permiso administrativo a la espera del resultado de la investigación.
El portavoz del Departamento de Policía del Condado de San Luis, Brian Schellman, dijo que unos 300 policías de quince jefaturas de condados aledaños a Ferguson acudieron el domingo por la noche a la ciudad cuando una vigilia con oraciones y discursos por la muerte del joven dio paso a saqueos e incendios.
El alcalde de Ferguson, James Knowles, se mostró satisfecho porque la investigación vaya a ser supervisada por el FBI para que se garantice la imparcialidad de la averiguación.
Knowles también mencionó "la disponibilidad de los medios de comunicación del siglo XXI" como explicación por la rapidez con que "se infiltraron" en la ciudad y en la protesta individuos más interesados en el saqueo que en la protesta.
Según el jefe de la Policía del Condado de San Luis, John Belmar, un agente policial, no identificado, había tenido "un encuentro con dos individuos" y Brown había empujado al policía dentro de su vehículo y lo "atacó". De acuerdo con la versión de Belmar, el agente disparó una vez dentro del vehículo mientras forcejeaba con Brown, y luego le disparó varias veces cuando el joven huía.
Brown cayó muerto en la calle a unos diez metros del automóvil policial. En Ferguson ha habido tensiones crecientes entre la población, mayoritariamente negra, y la Policía, predominantemente blanca, por lo que la vigilia se tornó violenta.
Cientos de personas se congregaron el domingo por la noche y mientras la mayoría oraba algunos grupos se dispersaron deteniendo el tránsito de vehículos y empezaron los saqueos. Dos horas más tarde, según las autoridades, los revoltosos atacaron una tienda al igual que comercios de teléfonos celulares, ropas y artículos varios.
En la fachada de un mercado alguien escribió: "El único poli bueno es un poli muerto". "¿Qué hicimos para merecer esto?", gritaba hoy una joven entre los manifestantes. "¿Por qué siempre nos disparan a nosotros?".
No hay comentarios:
Publicar un comentario