Un dentista de Oklahoma cuyas clínicas antihigiénicas hicieron que miles de pacientes se tuvieran que hacer la prueba de VIH y hepatitis entregó su licencia profesional permanentemente el viernes.
Las dos clínicas de Scott Harrington en el área de Tulsa cerraron en marzo de 2013, cuando las autoridades de salud pidieron a unos 7.000 de sus pacientes realizarse exámenes para esas enfermedades debido a las condiciones insalubres encontradas allí.
De 4.202 examinados en clínicas del estado, 89 dieron positivo a hepatitis C, cinco a hepatitis B y cuatro al virus que causa el sida. Sólo uno de los casos se demostró que fue contraído en una de las clínicas de Harrington, dijeron las autoridades de salud. En septiembre, los investigadores dijeron que Harrington era responsable por el primer contagio de hepatitis C ocurrido entre pacientes de una clínica dental.
Los inspectores de salud del estado dijeron que los investigadores encontraron instrumentos oxidados y ampolletas de fármacos posiblemente contaminados en las clínicas de Harrington. También informaron que una máquina diseñada para esterilizar instrumentos no fue utilizada correctamente.
El dentista, quien cooperó con la investigación, entregó voluntariamente su licencia a la junta dental del estado. Su abogado James Secrest dijo a comienzos de este año que la investigación sobre su cliente ha sido "muy dura".
"Este hombre pasó más de 30 años ejerciendo y está viéndolo desaparecer en cuestión de horas", dijo Secrest en abril. "Su carrera se arruinó en Tulsa".
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